Poli Délano, nos ha entregado recientemente su última novela "Este banco del parque" (Ed. Mondadori). Délano es uno de los escritores de más renombre en nuestro país y ha publicado más de veinte novelas y relatos, entre los que destacan "Sin morir del todo", "El dedo en la llaga", "Cero a la izquierda", "El hombre de la máscara de cuero", "Solo de saxo", "En este lugar sagrado", "La cola" y "Rompiendo las reglas", una recopilación de sus mejores cuentos. También ha recibido varios premios por su labor: el Premio Municipal en 1961 y en 1968, el Premio Alerce de la Sociedad de Escritores de Chile en 1962 y el Premio Casa de las Américas en 1972, entre otros. También es permanente columnista de diario chileno y mexicanos, lugar donde pasó gran parte de su exilio.¿Cuál sería la diferencia más marcada entre esta novela y las anteriores? Se lo pregunto en el sentido del tema de la memoria histórica de los últimos años, que siempre está presente en sus libros.
El esquema de "Este banco del parque" es similar, en el sentido de que hay una historia de amor inserta en el escenario chileno de los últimos años, incluidos los de dictadura. Hay sueños rotos y vidas rotas, el mundo es un mundo al revés, como dice la canción, con piratas buenos y príncipes malos.
Su libro anterior "Rompiendo las reglas", que fue de cuentos, ha sido muy vendido ¿Cree usted que el chileno es un buen lector de cuentos o prefiere otras temáticas?
No sé si el chileno sea buen lector de cuentos, porque los editores repiten siempre que lo que vende más es la novela; pero sí sé que somos un país de buenos cuentistas que han llegado a meterse la estructura del cuento en el alma, como Coloane, Varas, Skármeta o Collyer.
¿Dónde tiene más lectores, en Chile o en México?
Numéricamente tengo más lectores en México. No es raro, si pensamos que sólo en la capital hay 22 millones de habitantes, cerca del doble que en todo nuestro país.
Usted es un escritor que permanentemente participa en Ferias y encuentros internacionales de literatura ¿Comparativamente, cómo ve la narrativa nacional con respecto a lo que se está publicando en otros países?
La verdad es que no participo tanto. A veces voy a la Feria de Guadalajara (como ahora) o a la de Monterrey. He sido invitado también a las ferias de Gijón, Buenos Aires, Montevideo y Caracas. Leo parte de lo que se publica en narrativa, aunque naturalmente no todo, y mi opinión es que en otras partes, al igual que en Chile, se escriben obras buenas, regulares y también bodrios.
Hace unos años atrás se habló mucho de la nueva narrativa chilena ¿Piensa que aquel grupo de escritores logró su objetivo "fundacional", por llamarlo de algún modo?
Ni siquiera estoy seguro de que hayan tenido un objetivo fundamental. Si acaso era el de desbancar a sus anteriores a ellos, no lo lograron. Se da el equilibrio. En esa "nueva narrativa", como en cualquier grupo generacional, hay buenos y malos.
Usted hace bastantes talleres ¿Qué tipos de influencia ve hoy en los jóvenes escritores? ¿Qué tipo de lecturas prefieren éstos, que autores?
He notado que entre los jóvenes se está marcando cierta preferencia a autores como Charles Bukowski y Raymond Carver.
Pasando a otro tema ¿Cómo ha vivido la transición?
Con cierto aburrimiento, sin pasión, pero al menos también sin el miedo como factor preponderante.
¿Cuál sería su principal –o principales- crítica a los gobiernos de Concertación?
Que adhieren con demasiado entusiasmo al modelo económico neoliberal y así no solucionan los problemas más vitales de la gran masa.
Usted siempre ha sido un destacado comunista, y no le ha pasado como en el tango eso de sufrir "la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser". ¿Aún mantiene esperanza en esos ideales de lograr un mundo mejor? Se lo pregunto pensando en que los errores de unos pocos no pueden ser la derrota de todos.
No sé si los errores fueron de "unos pocos", me parecen demasiado colectivos. Si creo en la posibilidad de un mundo mejor, pero a largo plazo. Por ahora, todavía nos arden demasiado los correazos de la paliza. Y, además, también por ahora, tenemos un guardián del mundo relativamente incontrarestable.
Finalmente ¿Cómo ve hoy a la Izquierda chilena? ¿Qué piensa que le falta para volver a lograr ser alternativa de gobierno y poder obtener cupos parlamentarios?
Sin mucho optimismo. Para obtener cupos parlamentarios falta reformar la ley electoral y acabar con el antidemocrático sistema binominal. En cuanto a ser alternativa de gobierno, falta un siglo.
ALEJANDRO LAVQUEN
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